miércoles, 22 de agosto de 2007


1 comentario:

P A M E dijo...

Uno de los fenómenos televisivos más impresionantes de los últimos años es, sin duda, la serie televisiva Lost, en la cual cientos de personas quedan atrapadas en verdaderas “maratones” para lograr descifrar algún secreto de aquella isla misteriosa.
Lost es una serie Norteamericana que narra lo sucedido al vuelo 815 de Oceanic Airlines que volaba desde Sydney, Australia hasta Los Ángeles, Estados Unidos. El avión tuvo diversos problemas que lo obligaron a desviar su trayectoria, en el proceso se pierden las comunicaciones, y por ende los servicios de rescate no consiguen hallarlo.
El avión cae en una isla, que poco a poco, les va demostrando a los sobrevivientes que no es un lugar común y corriente, pues se provocan cada vez con más frecuencia fenómenos inexplicables. La serie que dura aproximadamente 42 minutos por episodio, suele combinar en cada capítulo recuerdos y flashbacks de los personajes principales, siendo estas memorias datos muy útiles para que el espectador vaya sacando sus propias conclusiones. Estos capítulos suelen tener una gran cantidad de enigmas que hacen que, cada vez, sea más interesante ir descubriendo sus secretos.
Sin duda que el éxito alcanzado a nivel mundial, llegando a tener en su primera temporada una media de 16,1 millones de telespectadores en los Estados Unidos, se debe a la manera en que la historia está narrada. La narración no es lineal, pues si bien, se muestran las experiencias de los sobrevivientes, nos vamos interiorizando en sus miedos o historias, a través de recuerdos o apariciones.
La serie juega mucho con la interactividad, pues si bien no hay preguntas o respuestas entre el televisor y el espectador, a través de signos o datos, el director logra interactuar con el público. La persona que está viendo la serie no puede dejar de pensar ni de concluir a través de los recursos entregados.
El espectador se convierte en una especie de investigador, que va aprendiendo a mirar detalles y a formular hipótesis con respecto a las historias de cada personaje. Los fanáticos van construyendo en su mente la historia. El relato de Lost es hipertextual, puesto que no hay una entrega de información lineal. Se le permite al espectador ir uniendo cables para responder las tantas interrogantes que aparecen al ver la serie.
Aún cuando se menciona el término interactividad o hipertextualidad uno remite automáticamente a soportes computacionales que permiten linkear y navegar sin una línea fija, creo que esta serie Norteamericana también da la posibilidad de interactuar e imaginar sin un paradigma predeterminado.
Como veíamos en clases, la interactividad es una manera de comunicarse con el lector a través de canales abiertos, con la posibilidad de aceptar diferentes puntos de vista, como son los foros de Internet o incluso las encuestas realizadas en algunos programas televisivos.
Si bien esta interactividad no es igual en Lost creo que existe una interacción entre el público que arma su trama y los datos que poco a poco va entregando el director. El espectador no tiene la facultad de escoger quien muere en la isla o qué romance se surgirá entre los personajes, pues esto está determinado por el director, pero sí es el espectador quien va juntando en su mente datos y va armando puzzles, con la entrega desordenada de piezas, para lograr entender las historias a cabalidad